Nada más llegar, Elena nos dió una grata bienvenida acogiendonos como si fuera nuestra casa. De hecho nos dió el privilegio de ver los viñedos e incluso tener la oportunidad de podar alguna vid. No llegamos a llenar todas las cajas que nos sacó pero cumplimos nuestro cometido con buen resultado.
Aquí pueden ver dos diferentes tipos de plantación. En la imagen de arriba tenemos una plantación de tipo
espaldera y en la imagen de abajo tenemos una plantación de tipo
vaso. Podemos ver como la plantación tipo espaldera está mas unida y alineada y pueden comprobar como cuida esta viña con un sistema de riego, que por el contrario en la plantación tipo vaso no tiene ningún sistema de riego ya que la enóloga decidió tener aquí una plantación natural y organica la cual solo se alimenta del agua de la lluvia. Teniendo estas condiciones tan secas es necesario una uva que aguante bien el impacto solar, por lo que se ha plantado nuestra querida
monastrell.
Tras la llegada de la uva, ésta se introduce en un gran recipiente donde se pesa y se pasa con un tornillo sin fin como pueden ver en la segunda foto y llega a una maquina que se dedica a quitar la vegetación y el raspón (tallos del racimo) de la uva. Estos "desechos" que pueden ver en la última imagen se trituran y se aprovechan para la elaboración de abonos y otros componentes.
Las uvas se introducen en tanques (normalmente de acero inoxidable) donde se produce la maceración prefermentativa, es decir, que la uva y el hollejo esta en contacto para que empiece a coger el color, aromas, etc... Pocos dias despues empezará de forma espontánea la fermentación producidas por las levaduras propias de la uva. Por consecuencia los hollejos y las ballas crean un sombrero arriba por la producción de carbónico. Para ello se debe realizar un remontado, es decir vaciar el tanque por la parte de abajo y bombear el mosto a la parte de arriba par que así se homogenice el mosto y sigan en contacto todos los componentes.
Tras varios procesos Elena nos invito a entrar en la bodega donde los vinos se mantienen en las barricas y donde tuvimos el magnífico placer de catarlos y así descubrir la evolución de estos.
Y aquí tenemos el resultado final. El vino embotellado y listo para su venta.
Con esta visita pude apreciar el trabajo que hay detrás de cada botella y sobretodo la pasión y el trato que Elena y todo su equipo implica para que todos nosotros podamos disfrutar de cada botella que descorchemos.
Y no podria despedir esta magnifica experiencia sin mencionar a Casimiro, un gran hombre que nos deleitó con grandes historias de las bodegas y su plato estrella, las gachasmigas. Sin duda las mejore que he probado y seguramente que probaré en mi vida.
Con esto doy mis agradecimientos a todo el equipo de la bodega, ya que nos trataron como uno más y a mis compañeros de trabajo, con los que tuve la oportunidad de realizar esta visita.